El hacer bizcochos de tamaño personal ha tomado más popularidad después de la epidemia del Covid 19. Ya que estos bizcochos son una alternativa fácil de confeccionar, almacenar y distribuir higiénicamente. También son costo-efectivos tanto para el repostero como para el cliente o perfectos para obsequios. Lo mejor es que se decoran fácilmente, quedan lindos y son como una mini versión de un bizcocho de tamaño regular.
Como te había mencionado en un post anterior: bizcocho mojadito en molde de aluminio para vender, debes decorar estos bizcochos de manera eficiente para tener ganancias. Pero si los haces por diversión, para obsequiar o simplemente quieres intentar o practicar otra decoración diferente puedes hacer ruffles o volantes en español con frosting. Los ruffles en buttercream o frosting quedan bien bonitos y elegantes. Te sorprenderá que son fáciles de hacer.
Para hacer los volantes, yo estoy usando una duya o boquilla #103 de Ateco, que mayormente se usa para hacer pétalos y flores. Esta duya tiene la apariencia de una gota aplanada. Si miras la boquilla, notarás que tiene un extremo más ancho y el otro extremo más fino. Para hacer los volantes en betún o frosting, colocas la duya con el extremo más ancho hacia abajo, es decir ese extremo ancho va hacia el bizcocho, mientras que el extremo fino se queda hacia arriba.
Coloca la manga pastelera a un ángulo de aproximadamente 30º ó 45º y mientras vas apretando la manga pastelera para que salga el frosting te mueves de un extremo a otro pero a su vez con pequeños movimientos de arriba hacia abajo para dar la apariencia de un fruncido. Trata de mantener el flujo continuo de betún mientras te mueves de un lado a otro, hasta que cubras todo el bizcocho. Verás que esta técnica simple queda super linda, finalmente rocía sprinkles en el tope y ya está listo el bizcocho con ruffle en frosting.
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